18.8.13

Perdoné errores casi imperdonables, intenté sustituir personas insustituibles y olvidar personas inolvidables. Me decepcioné de personas que pensé que nunca me decepcionarían, sonreí cuando no podía, hice amigos eternos, también lloré oyendo música y viendo fotos. Llamé solo para escuchar una voz, pensé que moría de tanta tristeza y tuve miedo de perder a alguien especial. Pero seguí adelante y sobreviví, todavía sigo viva. Aprendí que a veces el que arriesga no pierde nada, y que perdiendo TAMBIÉN SE GANA.  

No hay comentarios:

Publicar un comentario